27. Empresa tenedora de acciones
El empresario tenía más de diez empresas comerciales, industriales y de servicio. Al inicio invitó a participar en ellas, en calidad de accionistas minoritarios, a algunos de sus hijos. Por supuesto que sólo de nombre, ya que las aportaciones de capital eran 100% del empresario.
Siempre procuró tener la mayoría del capital social, es decir más del 51 por ciento. Ahora es viudo, rebasa los setenta años de edad y tiene cuatro hijos todos casados y ninguno trabaja en las empresas de la familia.
Al hacer un ejercicio con su asesor patrimonial de sus participaciones accionarias en las empresas, resultaron los siguientes cuestionamientos:
1. No todos los hijos participaban como accionistas en las empresas.
2. La participación accionaria de los hijos, aunque era minoritaria, no era uniforme.
3. Se cuestionaba cómo le haría al momento en que se tengan que distribuir sus acciones a todos sus hijos por muerte o por incapacidad total.
4. Cuál era el mejor instrumento o vehículo para transmitir, en vida o en muerte, las acciones de las empresas a sus hijos.
En primer término, se valuaron las empresas y, a través de contratos de donación, todas las participaciones minoritarias de sus hijos pasaron nuevamente a él.
Se constituyó una empresa Tenedora de Acciones y se traspasaron a ésta, por medio de compraventa, todas las acciones que tenía de las diez empresas de su propiedad.
A través de contratos de donación de acciones, le donó a cada uno de sus hijos un 10% de las acciones de la Tenedora (40% en total). El empresario se quedó con el 60% restante; conservó la mayoría.
Decidió establecer en su testamento un legado para cada hijo en donde les heredaría, al momento de su fallecimiento, un 15% de sus acciones de la Tenedora a cada hijo.
Fue una decisión importante y acertada, ya que es más fácil distribuir acciones de una sola empresa, que es la Tenedora, que de diez empresas operadoras y, en algunas de éstas últimas, con participación accionaría de socios terceros que no son de la familia.
Una empresa Tenedora de Acciones, además de los beneficios financieros que pudiera tener, derivados de la obtención de créditos bancarios, pudiera tener también beneficios de orden patrimonial al momento de planear distribuciones de patrimonio para los descendientes.
Resumen
Al momento de planear distribuciones de patrimonio para los descendientes, es más fácil distribuir acciones de una sola empresa Tenedora que de varias empresas operadoras.
Las acciones de las empresas se pueden donar en vida o legar en su testamento.
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