lunes, 10 de octubre de 2011

33. [Administración] La jornada de trabajo inicia temprano


33. La jornada de trabajo inicia temprano
En el ocaso de su vida, un señor emprendedor comenta con su consultor patrimonial que se siente muy orgulloso de todo lo que ha hecho en su vida. Sus padres sólo le dieron educación Primaria en el pueblo donde nació y desde muy pequeño ayudó, junto con sus hermanos, en los negocios comerciales que tenía su padre.
Al cumplir la mayoría de edad inició, junto con dos de sus hermanos, un negocio comercial diferente al de su padre, que fue creciendo gracias al esfuerzo y dedicación de los tres hermanos. Durante mucho tiempo no tuvieron vacaciones y su jornada de trabajo iniciaba muy temprano y terminaba casi al anochecer.
Llegó el momento de separarse de sus hermanos y decidió hacerles competencia al establecer varios negocios con el mismo giro. Por condición humana, las relaciones entre los hermanos fueron a la baja; pero, por otra parte, se fortalecieron las relaciones con sus hijos mayores a los que les permitió trabajar en sus negocios recién que terminaron sus estudios profesionales.
Todo marchó bien hasta el momento en que los hijos contraen matrimonio con personas de perfil social superior al de ellos, ocasionando fuertes presiones en materia económica ya que, por la cultura del padre, estaban acostumbrados a capitalizar los negocios y únicamente retiraban el flujo indispensable para vivir bien, pero no con lujos y, por supuesto, sin ahorros en lo personal.
El padre cambió de actitud y autorizó una cantidad superior de retiro mensual para cada hijo, pero era un barril sin fondo, ya que no les alcanzaba y hasta tenía que pagar las colegiaturas de los nietos, que los habían inscrito en colegios particulares muy caros.
Esto no podía continuar así ya que peligraba la estabilidad de los negocios por tanto flujo de efectivo que retiraban los hijos mayores.
Los hijos mayores sabían que el padre siempre respondía y frecuentemente le solicitaban flujo adicional para viajes o compra de casas habitación. Llegó el momento en que el padre decidió repartir los negocios y dedicarse a vivir en una de sus casas de campo el resto de sus días.
Una sola condición y de carácter moral les impuso a sus hijos y, en junta familiar, les entregó una carta con las obligaciones que de ahí en adelante tendrían como empresarios y la primera de estas fue: “La jornada de trabajo inicia temprano” y temprano inicia al amanecer y no a media mañana, como acostumbraban los hijos.
Resumen
Como saben muchos emprendedores, la mayoría de los negocios son muy demandantes de la atención del dueño: “Al ojo del amo engorda el caballo”.
Los patriarcas, durante mucho tiempo no tuvieron vacaciones y su jornada de trabajo iniciaba muy temprano y terminaba casi al anochecer y no a media mañana, como acostumbraban los hijos, requerimiento que los padres tienen que recordarles a sus hijos.

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